lunes, 22 de febrero de 2010

La tormenta perfecta

Era pronto, tal vez no había oscurecido aun, y la verdad es que hambre no tenia, lo que tenia era prisa por llegar, aun así caminaba lentamente, pues aunque el cielo estaba despejado, se acercaba la tormenta, no sabia muy bien qué camino elegir si el más cercano o el menos transitado, de repente estornudé, inevitablemente cerré los ojos, entonces me di cuenta que se podían hacer dos cosas a la vez, pensé que quizás me estaba haciendo un hombre.
La sombra ya no aguantaba mi paso, había llegado al destino unos minutos antes, truenos y relámpagos se avecinaban, aunque el cielo continuaba despejado.
Tu dedo en mi espalda dibujó un corazón y mi mano le correspondió debajo de su falda, si......esa era la canción que sonaba cuando se desato la tormenta........uffffffff, tuve que parar, pero para esta tormenta no había cobijo alguno, por más que quisiera no había rincón alguno en aquel camino que escogí, truenos y lluvia torrencial. Totalmente afectado por la tormenta, reanudé el paso un poco mas liviano aunque continuaba lento, pues la tormenta continuaba desatada aunque como ya me encontraba empapado me daba igual todo.

Se los explicare con otras palabras para que lo entiendan mejor:
Estaba atardeciendo y acababa de merendar, no tenía nada que hacer y me empezó a doler la barriga, como veía que no había donde cagar, cogí camino de mi casa y me cagué por todo el camino.

Traquilo boby, tranquilo.

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